Os dejo un poema que nosotros, andalusíes, sentimos profundamente.
Es de Nizar Qabbani (Damasco 1923- Londres 1998) fue embajador en Madrid y es considerado el gran poeta árabe contemporáneo.
España
Me has escrito, querida
me escribes preguntando por España,
por Táriq,
que en nombre de Alá abriera un nuevo mundo:
por Oqba Ben Nafia,
que plantara retoños de palmera
por lo hondo de todas las colinas.
Preguntas por Omeyas
y por su emir Muawiya
por aquellos espléndidos palacios
que traían
cultura y fuerza de Damasco.
No ha quedado en España,
de nosotros,
de nuestros ocho siglos,
sino la hez del vino
en el cuenco del vaso.
Unos ojos enormes,
en cuya negra sombra aún dormita
la noche del desierto.
Sólo queda de Córdoba
el llanto de dolientes alminares,
la fragancia de dalias, de rosas y naranjas.
De Wallada,
de su historia de amor,
una rima tan solo,
quizá,
ni el resto de una rima.
De Granada
y los Banu Lahmar
lo que narran los cuentos,
ese Sólo Dios triunfa
por todos los rincones.
Sólo queda su alcázar,
como Venus desnuda
que aún sigue viviendo
de una historia de amor más que pasada.
Vinieron cinco siglos
desde que el Rey Chico
se partiera de España.
Pero aún continúan nuestros pequeños odios
y esa mentalidad de tribu
que aún sigue en nuestra sangre
como antes,
hablamos diariamente con alfanjes
pensamos con las uñas
pasaron cinco siglos
y el término arabismo, todavía,
es una flor en un jarrón...y triste
niña hambrienta y desnuda
que clavamos
contra el muro del odio y del rencor.
Cinco siglos pasaron -!ay querida!-
y es como si ahora mismo
Dejáramos España