jueves, 8 de abril de 2010

Rasafah

8. RASAFAH
El arqueólogo canadiense Greg Fisher, especialista en Oriente Próximo, considera este lugar como uno de los de visita obligada por los restos de su exquisita arquitectura y por el misterioso entorno. Abandonada desde hace tiempo, fue una ciudad amurallada ubicada en el desierto, por donde cruzaba el camino que unía Palmira con el Éufrates. Hoy está a 25 kmts. al sur de la carretera de este río. Su origen es antiquísimo: con el nombre de Resef aparece en los anales sirios, en el Antiguo Testamento (II Libro de los Reyes, 19.12; Isaías, 37.12), a propósito de su destrucción a manos de los asirios. Volvió a resurgir en época romana: Diocleciano, en el s. III, construyó aquí una fortaleza como parte de una línea defensiva contra los persas-sasánidas. Fue aquí donde ocurrió el martirio de San Sergio (alrededor de 305) en cuyo honor se llamó Sergiopolis y fue meta de constantes peregrinaciones. En el periodo bizantino (Imperio Romano de Oriente), durante el reinado de Justiniano, aproximadamente a finales del siglo V, sus murallas fueron nuevamente reforzadas por temor a los persas sasánidas a los que acabó rindiéndose en el año 616. Después de que los árabes musulmanes invadieran Siria, Hisham levantó, entre otros muchos, el majestuoso palacio Qasr al-Heir al Sharki, uno de los monumentos más aislados e impresionantes de los Omeyas. A pesar de las destrucciones, volvió a recuperarse, según atestiguan los fragmentos de la cerámica (de alta calidad) de los siglos XII - XIII. Después de ser conquistada por los Mamelucos, bajo el sultanato de Baybars, la población de Rusafah fue deportada a Hamah y la ciudad quedó abandonada.
Quedan las ruinas de la Puerta Norte de tres vanos y una decoración minuciosamente esculpida, las murallas perimétricas que tienen algunos accesos a la terraza superior para disfrutar de extraordinarias vistas. En el exterior de la parte este está un Cafe-ar-Rasafa. Quedan restos de la Basílica de San Sergio, parcialmente restaurada, y restos de las enormes cisternas que abastecían a la ciudad.